Durante el día, Rúa permanece separado de su madre, aislado en un recinto auxiliar. El motivo es que está en fase de desparasitación, cumpliendo una especie de cuarentena durante la que también se le colocará un microchip.
Algunas noches se junta con Shana, su madre, que ocupa una especie de iglú con un gran espacio muy cerca de la zona de los leones. Rúa se pasa los días inspeccionando todo, juega con pequeñas pelotas.
Cuando sea un adulto se incorporará a las rutinas de sus padres, todas las mañanas, corretean por espacios más abiertos.